Salmo 53
(NVI, excepto donde se indique)
El Salmo 53 expresa una queja contra los necios. Estos no son personas ingenuas, sino malhechores (v. 4) que niegan a Dios y actúan de forma corrupta y vil (v. 1). En el punto álgido de la queja, el salmista exclama dos veces: «No hay quien haga el bien» (vv. 1, 3) y que «todos se han desviado, todos se han corrompido» (v. 3).
En una recopilación de citas del Antiguo Testamento, el apóstol Pablo incluye estas expresiones del Salmo 53 para describir un estado pecaminoso casi universal de la humanidad (Rom. 3:10-18). Sin embargo, en este Salmo, los necios/malhechores no se refieren a toda la humanidad. Se contrastan con el pueblo de Dios, a quien los malhechores «devoran... como si comiera pan» (v. 4), y de quien el salmista ruega que el Señor libre a su pueblo (v. 6).
El Salmo refleja el contraste entre los justos y los malvados (el pueblo de Dios y los necios que lo niegan), un tema de sabiduría popular. El contraste se describe en términos de Israel versus sus enemigos que buscan devorarlo. Sin embargo, el contraste podría aplicarse con la misma facilidad a los israelitas fieles, en contraposición a los israelitas que se han apartado del Señor en apostasía. Alternativamente, como Pablo sugiere en Romanos 7:8-20, el contraste podría representarse como una imagen más abstracta del pecado/maldad en oposición a las personas que luchan por agradar a Dios en este mundo quebrantado.
La queja contra el mal en el Salmo 53 describe una imagen de corrupción que crece como una ola abrumadora, hasta que se estrella contra el muro del juicio de Dios en el versículo 5:
Allí estarán sumidos en un terror terrible, un terror como nunca antes. Porque Dios esparcirá los huesos de los impíos; serán avergonzados, porque Dios los ha rechazado.
Al final, la oración del v. 6 expresa confianza y anhelo de que Dios “pondrá fin al dominio corrupto e impío del mundo”.[1] El Salmo sirve para impulsar nuestra Cuaresma.
deseo de liberarnos del pecado persistente y de avivar nuestra anticipación del gran acto de Dios en Cristo para liberar al mundo de todo pecado.
Autor: Dr. Thomas J. Rey
Otras lecturas de Cuaresma para hoy:
- 2 Reyes 4:1-7
- Lucas 9:10-17
[1] Marvin E. Tate, Salmos 51-100, WBC 20 (Dallas: Word Books, 1990), 43.