Algunos se jactan de sus carros y caballos, pero nosotros nos jactamos en el nombre del Señor nuestro Dios. Esas naciones caerán y se derrumbarán, pero nosotros nos levantaremos y nos mantendremos firmes.
Salmo 20:7-8
Algunas de las conversaciones más hermosas que uno puede tener son con alguien que ha vivido una vida que expresa y experimenta la fidelidad de Dios. Escucharlas y percibir su confianza en Dios y su gratitud, sin duda son un estímulo para otros. Tuve el privilegio de hablar con cuatro mujeres en una semana, de entre 80 y 101 años. Cada una expresó su gratitud a su familia, a Dios y a quienes las amaron y apoyaron en todas las circunstancias, durante sus experiencias vulnerables, y Dios fue alabado unilateralmente.
Aunque no lo sabían, me desafiaron. Su mirada trascendió su situación actual y vio a Dios obrando a su favor. Reconocieron su amor y cuidado constantes. Es tan fácil enfrascarse en lo que sucede a nuestro alrededor que perdemos de vista la realidad de Dios obrando.
Te invito a considerar la presencia de Dios en tu vida y tus circunstancias, y a plantearte las siguientes preguntas: ¿Expreso gratitud, jactándome en el nombre del Señor? ¿Reconozco la presencia, la fortaleza y la provisión de Dios en otros? ¿Puedo reconocer a Dios en todo, dejar atrás mis miedos y dudas, y confiar en que Él proveerá todo lo necesario?
Nuestra paz proviene de la fuerza del Señor. Búscalo en todo, y así podremos levantarnos y mantenernos firmes.
Autor: kim davis
Otras lecturas de Cuaresma para hoy:
- Habacuc 3:2-15
- Lucas 18:31-34