Una contemplación de David

“Contemplación: Un pensamiento reflexivo profundo.”

Bienaventurado aquel cuya transgresión es perdonada, cuyo pecado es cubierto. Bienaventurado el hombre a quien el Señor no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño.
(Salmo 32:1-2 NVI)

En mi experiencia de caminar con el Señor, he tenido muchos momentos de contemplación. La Cuaresma es un tiempo para tales contemplaciones. Para ello, necesito tranquilidad. En ese lugar de quietud, mi mente subconsciente y mi mente consciente se fusionan, aparentemente en un solo proceso de pensamiento. Es en esos momentos que encuentro al Espíritu Santo hablándome profundamente al corazón: momentos de confesión, reflexión, corrección y momentos para escuchar y conocer la voluntad de Dios.

El mayor de estos momentos de contemplación es reflexionar sobre mi vida en Cristo Jesús. Es un examen de mi espíritu con honestidad —un tiempo de humildad y, a la vez, edificante—, pues deseo agradarle. Miqueas 6:8 resume las expectativas de Dios, de lo que debo ser como cristiano:

Él te ha mostrado, oh mortal, lo que es bueno. ¿Y qué exige el Señor de ti? Actuar con justicia, amar la misericordia y andar humildemente con tu Dios.

En este Salmo de David, escuchamos el clamor de su corazón mientras busca perdón. Solo entonces percibimos la alegría que emana al encontrar, en el perdón de Dios, una dulce liberación. La profunda reflexión de David, contemplando y afligiendo su pecado, le hizo consciente de su gran necesidad de perdón. Porque, como ven, ya sea un pecado profundo en su vida o el pecado que algunos descartan como error humano, ambos son pecados que buscan justificar sus comportamientos.

Los animo a atreverse a encontrar ese lugar tranquilo ante Dios y a contemplar sus palabras y comportamientos. Es humilde, pero al final es gozoso, al purificar sus palabras y pensamientos y sopesar su comportamiento ante un Dios que perdona.

El crecimiento espiritual comienza o se renueva en esta alegría de los pecados perdonados.

Autor: Norma Lee Hyde

Otras lecturas de Cuaresma para hoy:

• Josué 4:1-13
• 2 Corintios 4:16-5:5